El gasto en energía eléctrica y la fuerte demanda de electricidad para abastecerse de iluminación suficiente en las comunidades, son dos debilidades que enfrentan muchos municipios en Chile actualmente. Según datos recopilados por el Instituto Nacional de Estadísticas, en 2018 los hogares chilenos invirtieron el 14,3% de su presupuesto mensual en gastos relacionados con este servicio.

¿Por qué es una alternativa sustentable?

En el marco de una agenda sustentable, Chile se ha sumado a los esfuerzos en la implementación de iluminación LED en diversos espacios urbanos. Entre el 2015 y 2017, el Programa de Recambio de 200.000 Luminarias de Alumbrado Público impulsado por el Ministerio de Energía benefició a más de 20 comunas a lo largo del país, promoviendo el uso de luminaria eficiente.

1. Ahorro energético

Cada ampolleta LED significa beneficios de hasta un 50% en consumo energético, siendo una alternativa sustentable y eficiente.

2. Más vida útil y menos mantenimiento

Una luminaria LED puede alcanzar las 50 mil horas de uso, muy por encima de las 2 mil horas de una ampolleta incandescente. Esto significa, además, un 30% en ahorro de mantenimiento ya que no requiere de sustitución y revisión constante como la energía eléctrica regular, lo que supone un ahorro directo en su implementación.

3. Adaptables y dinámicas

La iluminación LED son altamente resistentes al encendido y apagado en comparación a un foco tradicional. En este sentido, una ciudad puede innovar con el uso de mecanismos a distancia o programaciones.

4. Ecológicas

En las comunidades es importante el bienestar de todas las familias que las conforman. La iluminación LED reduce la radiación ultravioleta y de infrarrojos a cero ya que no están fabricadas con materiales contaminantes.

Como conclusión, su uso como política sustentable significa un interesante ahorro de recursos y mejora en la calidad de vida de los habitantes de una comuna, impulsando acciones claras de responsabilidad medioambiental y conciencia ecológica.