Desde que el hombre aprendió a manipular la luz gracias al descubrimiento del fuego, se ha visto enfrentado a un problema que parece ir casi de la mano: la repentina ausencia de luz.
Son muchas las situaciones en que una oscuridad intempestiva nos pone a prueba pero, afortunadamente, en la actualidad contamos con diversas formas de paliar los peligros de una situación de emergencia en la que nos vemos de sorpresa en medio de un apagón.
El factor principal del correcto funcionamiento de un sistema de luz alternativo es su fuente de energía. Como resulta evidente, no puede ser el mismo que el del sistema que acaba de fallar. Es por eso que la mayor parte de las luces LED emergencia funcionan con un generador propio, o con baterías, activándose una vez que el suministro principal está caído.
En general, podemos distinguir tres clases principales de alumbrados de emergencia:
En todos los casos vistos, es importante contar con la confiabilidad que otorgan las luces LED al compararlas con otros tipos de tecnologías de iluminación. El hecho de que requieran menos esfuerzos de mantenimiento, su alta eficiencia y la calidad de su luz, sin considerar que son regulables y poseen una larga vida útil, dan a las luces LED una posición de privilegio en la industria de la iluminación.
Es por eso que Downlight cuenta con una amplia gama de productos LED emergencia, donde destacan kits de diversas características, para cada necesidad en particular.