Los focos LED han revolucionado el mundo de la iluminación, tanto a nivel doméstico como industrial o en el alumbrado público. Pero ¿cómo poder elegir mejor los focos en función de lo que se necesita en el hogar? El cambio de los focos clásicos por este nuevo sistema te ayudará a ahorrar dinero y a mejorar la calidad de la iluminación.

Focos LED según las necesidades de iluminación

Hay algunos aspectos que deberías valorar a la hora de elegir la ampolleta que mejor se ajuste a tus necesidades. Por un lado, la temperatura de color, el ángulo de apertura y finalmente, convendría tener en cuenta la potencia en lúmenes. Evidentemente, y relacionado con estas opciones, tendrás que comprobar cuáles son las características del espacio porque el clima o la luminosidad influyen mucho en la elección.

Temperatura de color

La temperatura de color se mide en grados Kelvin y oscila entre el blanco cálido (3000K) y el blanco frío (5800K), de manera que podrás elegir entre varias posibilidades. Como principio general, el blanco cálido es mejor para el salón, porque contribuye a generar una atmósfera de conjunto agradable. En cambio, el color blanco frío es ideal para zonas como el pasillo, el estudio o la cocina porque es una luz que estimula concentración y permite trabajar mejor. Al final, se trata también de adaptar la luz a la actividad que vamos a realizar.

Ángulo de apertura

El ángulo de apertura está relacionado directamente con el alcance que va a tener el foco LED que instalamos y, por lo tanto, nos conviene valorar qué es lo que más nos interesa. Por ejemplo, y cuanto mayor sea la apertura, mejor para cubrir espacios completas, puesto que lo normal es que los focos estén encendidos varias horas al día. Ahora bien, si lo que estás buscando es cubrir un determinado punto como una vitrina o un espejo, para ello es preferible un ángulo de apertura más reducido porque concentrarás la luz en el lugar que te interesa dentro del rango de 20˚y 45˚.

Potencia en lúmenes

La potencia en lúmenes se refiere a la capacidad de generar luz de los focos LED, pero, por motivos prácticos, te recomendamos que tomes como referencia el equivalente en watts de los focos incandescentes o halógenos. En cualquier caso, podemos decir que una ampolleta incandescente de 60 watts tiene una potencia de 800 lúmenes. Un aspecto general que has de tener en cuenta es que en los despachos profesionales y salones de estar necesitarás mayor potencia que en la cocina, el baño o el dormitorio.

En definitiva, en función de la zona de tu hogar, necesitarás un tipo de ampolleta LED u otro. De todas formas, lo que sí podemos afirmar sin ningún género de dudas es que esta tecnología ha venido para quedarse por la mejora en el rendimiento, muy superior a la de otras alternativas. Si sabes elegir bien la potencia y el ángulo de apertura, tendrás ampolleta para muchos años, lo que significa un ahorro considerable en tu gasto mensual y una contribución a la eficiencia energética.