Actualmente, los índices de inseguridad y violencia en las grandes ciudades provocan en sus habitantes una sensación de temor al transitar por las calles, sobre todo durante la noche, cuando una iluminación deficiente puede favorecer la acción de actos criminales. En ese sentido, el alumbrado público LED puede ser el factor de cambio que tanto se necesita, tal como vemos en los siguientes párrafos.

¿Qué es lo que buscan los peatones para sentirse seguros durante la noche? En muchos casos, la gente desea ser capaz de reconocer el entorno por el que camina, ver con claridad los rostros de los demás peatones y percibir los colores de forma similar a la luz de día. En la misma línea, los conductores de vehículos buscan tener una buena visibilidad, identificar obstáculos y reconocer sin dificultad las señales de tránsito.

El objetivo de este estudio -basado en la luminotecnia- es determinar los efectos psicológicos que producen los distintos tipos de iluminación en las calles. Así, se llegó a la conclusión de que la gente se siente más segura caminando por calles con luz blanca -como la que emite el alumbrado público LED- que hacerlo con la luz amarilla imperante en muchas ciudades del mundo.

La luz blanca permite identificar rostros con mayor facilidad y ofrece una mejor reproducción cromática. Pero las ventajas del alumbrado público LED sobre el alumbrado tradicional no se limitan a factores subjetivos de percepción en los peatones, también implica un aumento real en la seguridad, ya que con calles, parques y plazas bien iluminadas se puede disminuir las posibilidades de robos o actos de vandalismo. Además, es posible disminuir los accidentes de tránsito al tener una mejor visibilidad, evitando obstáculos, irregularidades del piso o peatones imprudentes.

Por el ritmo de urbanización  de los últimos años, la ONU calcula que -para el 2030- dos tercios de la población mundial vivirá en grandes urbes. Por ello, se plantean grandes retos en cuanto a diseño y planificación inteligente de los sistemas de iluminación. Utilizando iluminación LED en combinación con sistemas de gestión inteligentes, se obtiene un alumbrado económico, ecológico, sostenible y, sobre todo, capaz de reducir los niveles de robos y violencia.

Muchas ciudades en el mundo están optando por cambiar a la iluminación LED. Anteriormente, un programa llamado LightSavers lo ha probado en calles de algunas de las ciudades más grandes del mundo, reportando un ahorro energético de hasta un 85%. El informe de este programa contiene encuestas en las que se refleja la opinión de los ciudadanos, los principales beneficiados por este cambio en la iluminación pública: entre el 68% y el 90% de los entrevistados afirman preferir la iluminación LED y estar de acuerdo en que se implemente en toda la ciudad. Sus principales razones son que su luz les da una mayor sensación de seguridad y mejor visibilidad del entorno.

Además del ahorro energético y su capacidad de ser programado, favorece utilizar alumbrado LED, ya que es necesario al momento de establecer las normativas de alumbrado público se tomen en cuenta las preferencias de los usuarios y su tranquilidad, ya que son ellos quienes transitan por las calles todos los días. Así, el alumbrado público LED asoma como la opción que mejor responde a las exigencias del mundo actual.