Las mejores características de un alumbrado público LED


luminarias de led para alumbrado público

Un buen sistema de alumbrado público mejora la calidad de vida de las personas y reduce la sensación de inseguridad en las noches. Sin embargo, mantener un sistema de luminarias puede ser realmente costoso para municipalidades, entendiéndose en gastos de mantenimiento y además, energía.

 

La solución es una gestión que promueva el uso de energías eficientes, como el caso del LED. Utilizar luminarias de LED para alumbrado público significa un ahorro sustantivo de energía gracias a su eficiencia, duración y vida útil. Según estudios, un sistema de alumbrado público tradicional significa un gasto de un 38% en energía, además de ser contaminante. Evolucionar a un sistema LED puede reducir hasta un 60% los costos de ello, generando lo que se llama como “payback”, pudiendo privilegiar esos recursos para otros programas o bien su propio perfeccionamiento.

 

Por su parte, un sistema LED de alumbrado público incrementa considerablemente la calidad de vida de los habitantes de zonas específicas, esto porque se reducen los espacios oscuros durante la noche, disminuyendo la tasa de delitos e inseguridad y se ilumina de mejor manera semáforos, calles y veredas, reduciendo el peligro de accidentes automovilísticos o atropellos.

 

La tecnología LED presenta muchas ventajas a la hora de alumbrar espacios públicos:

 

  • Su vida útil es mayor
  • Su mantención es más económica
  • Su espectro de luz es superior que una luminaria tradicional
  • Es más brillante
  • Consume menos energía

 

Buenas prácticas

 

Sin embargo, para implementar sistemas de luminarias de LED para alumbrado público, es necesario contar además con una serie de características que harán de su gestión un ahorro constante. Productos coherentes con el ahorro y eficiencia como las luminarias Brisa LED, diseñada para usos viales o peatonales o Pagoda LED, especial para parques y plazas,  disponibles en Downlight, son interesantes opciones para considerar en proyectos de alumbrado público gracias a su diseño y calidad a prueba.

 

Los sistemas de telegestión o programación a distancia son claves para mantener un control inteligente de los tiempos de iluminación para estas lámparas. La eficiencia puede alcanzar hasta a un 60% implementando sistemas de telegestión. Esta característica se basa en interconectar, adaptar y optimizar las necesidades del consumo general de energía en alumbrado público, todo para lograr el ahorro energético.

 

Por otra parte, un sistema de programación puede ser capaz de gestionar responsablemente el uso de la energía en lugares remotos como bodegas o industrias y en este sentido la innovación tampoco se ha quedado a oscuras, implementando características como sensores para regular la intensidad de la luz o bien su encendido y apagado con distintos movimientos o en determinados horarios.

 

Pero para que exista una operación exitosa de esos novedosos sistemas, se requiere además de proyectos coherentes con la tecnología y la innovación, además de instalaciones, puestos de control y personal capacitado para operar, diseñar e implementar soluciones para estas características. Así, es posible continuar en la senda del ahorro energético.

 

Se ha comprobado que una ciudad con un sistema de alumbrado público LED y telegestionado puede incrementar hasta en un 10% más su ahorro inicial.

 


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