Sin lugar a dudas, uno de los aspectos más esenciales de un ambiente es su iluminación. No es lo mismo esperar a alguien en una sala de estar que en una estación de metro, y gran parte de la diferencia de ánimo que experimentamos tiene que ver con la cantidad de luz que recibimos y con las características específicas de dicha luz.

Es por esta razón que la iluminación modular se presenta como una gran solución para ciertos lugares específicos. Pensemos, por ejemplo, en el caso de un supermercado, donde queremos que exista mucha luz pero, además, necesitamos que esa luminosidad tenga la misma intensidad en cada pasillo por el que atravesamos. Los clientes se alejarían de los rincones más oscuros y existiría menos afluencia en tales zonas, por ende, menos ventas.

En qué consiste la iluminación modular

El concepto se refiere a un sistema de iluminación compuesto por diversos módulos. Aquí, la clave es su capacidad para ensamblarse y trabajar en conjunto. Se trata de productos LED con un sistema de unificadores enlazables.

Tal como los bloques de construcción con los que juegan los niños, estos módulos permiten un sinfín de posibilidades de estructura. De este modo, es posible conseguir iluminar grandes espacios de manera uniforme y continua. Cuando un supermercado o una gran tienda implementan este tipo de iluminación, lo hacen sabiendo que también adquieren un aspecto más moderno, que hace relucir las características arquitectónicas de cada recinto.

De hecho, tanto la tecnología LED como sus posibilidades de conexión hacen de la iluminación modular un trampolín para la innovación creativa.

¿Qué tiene para ofrecer Downlight?

Ante las indudables ventajas de la iluminación modular, Downlight no se puede quedar atrás. Por eso, ofrece productos como la línea Brightline de la marca Megabright, ideal para otorgar la luz necesaria en una amplia variedad de lugares, desde cajeros automáticos hasta oficinas y salas de reuniones, pasando por almacenes y distintas tiendas.

Estos módulos colgantes sirven tanto para ser usados en suspensión como para ajustarse en superficies. Cuentan con rieles de enlace para unirse unos a otros, y estas conexiones pueden ser en L, en X o en T, lo cual abre una diversidad de posibilidades en cuanto al patrón en que se disponen.

Además, la temperatura de color puede ser elegida entre los 3000 y los 6500 grados Kelvin. Este concepto tiene que ver con el tipo de luz que se entrega y las sensaciones que se proyecta. Mientras los tonos más cálidos son indicados para un espíritu acogedor y hogareño, las luces más frías sirven para un look más limpio y moderno. Esa es la razón por la que las tiendas suelen preferir una luz blanca que muestre los detalles de cada producto tal cual como son.

De este modo, la invitación queda extendida a probar los beneficios de la iluminación LED que otorgan estos módulos conectables. Si tienes cualquier consulta, no dudes en contactarte con nosotros y te daremos toda la asistencia necesaria para definir qué tipo de sistema de iluminación es el más indicado para el lugar que estás proyectando. Recuerda que todo comienza cuando se hace la luz.